viernes, 19 de junio de 2009

La mejor forma de relajarse...

Muchas veces estamos muy cansados, estresados, tristes, enojados o manifestamos estados de ánimo que no son de los mejores.
Lo que no sabemos- ya sea por desconocimiento, simple flojera o desorientación- es que hay una forma que nos hace cambiar el ánimo o alegrarnos un día que no ha sido de los mejores; esta forma está más cerca de lo que creemos y es nuestra propia naturaleza.
Hace poco tiempo, cuando me regalaron mi actual celular, una de las cosas que más me alegró fue que tiene cámara, con ella he podido sacar fotos de diversas temáticas, como paseos de curso, vacaciones, el Transantiago(a esto me referiré en extenso en otra oportunidad) y paisajes -¡sí, paisajes!- tan comunes y esquivos que son a la vez. Son comunes porque están en prácticamente en todos lados y el vivir en un lugar donde puedo ver parte de la naturaleza hace que sea muy cercana para mí; y son esquivos porque no los queremos ver, porque casi nunca nos detenemos un minuto a admirar lo que hay a nuestro alrededor.



Playa de Peuño, Verano 2009, Pelluhue, Región del Maule.


Desde ese momento, he sacado muchas fotos, con las que me he relajado, he guardado recuerdos, emociones y situaciones muy importantes para mí. Al sacar las fotografías, me relajo porque me permiten guardar no sólo una imagen muerta, sino que se almacenan sensaciones, recuerdos, vivencias y emociones que pueden no volver a repetirse.

Atardecer en Santiago, 18 de Junio de 2009.

La gran mayoría de las veces, la naturaleza nos puede sorprender. La fotografía que está arriba es producto de un inesperado aclaramiento parcial del cielo en un día que supuestamente llovería, pero una vez más la poderosa y majestuosa naturaleza se encargó de anular cualquier pronóstico que la quiera regular.

Esa es mi invitación el día de hoy, disfrutar las cosas simples y bellas de la vida.

Camilo Vega. 19-06-2009.-

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